Que nos perdonen si es menester tanto Rolls-Royce Motor Cars como Supertramp como ustedes, pero “necesitábamos” apelar al título del primer álbum grabado en EE.UU. por el grupo musical británico para ilustrar el tema de la entrada de hoy. Al igual que Supertramp triunfó en el país norteamericano, la también británica RR tiene allí su mayor mercado… a pesar de la crisis. Crisis diríamos que inexistente a tenor de las cifras de ventas que nunca antes la marca había alcanzado.
El fabricante de automóviles de lujo -en manos de BMW desde 1998- informó ayer de sus ventas durante 2010, que alcanzaron un total de 2.711 unidades en todo el mundo, un 171 % más que en 2009(cuando se vendieron 1.002) y más del doble que en 2008 (1.212).

En cuanto a países, India, Corea del Sur y Japón fueron los que más aumentaron las matriculaciones; así queda el ranking:
- Estados Unidos de América
- China
- Reino Unido
- Emiratos Árabes Unidos
- Japón

En cuanto a modelos, el Ghost fue tan bien recibido por el mercado que -según la marca- un 80 % de los compradores nunca antes había sido propietario de un Rolls-Royce. El Phantom, por su parte, vendió más unidades de la carrocería de cuatro puertas tanto en la versión corta como en la larga, aunque la de dos (Drophead Coupé y Coupé, descapotable y cupé respectivamente)
también atrajo a nuevos compradores gracias al exclusivo servicio de personalización Bespoke, que permite elegir a su afortunado dueño desde un color especial para la carrocería hasta la vajilla a utilizar en un picnic en… cualquier lugar.

Vendida en 1998 como Rolls-Royce Motors por su anterior propietaria (Vickers) a BMW, y tras años de disputas con el Grupo Volkswagen -que, finalmente, se quedó con Bentley- la marca comenzó a operar y prosperar con el nuevo nombre de Rolls-Royce Motor Cars e incluso con nueva fábrica en Goodwood (Reino Unido). Y mal no le ha ido, ya que han alcanzado los registros máximos de ventas en siete años, cuando a la antigua RR le costó setenta.